La historia del Huay Chivo

La historia del Huay Chivo

 

Los brujos Huay son personas que vendieron su alma al Kisín, también conocido como el Diablo, entidad que les da la habilidad para realizar siniestros sortilegios y así poder transformarse en criaturas mitad humano y mitad animal que tienen ojos rojos.

El término Huay significa: “espanto de la media noche”, ello debido a que los brujos tienen el corazón podrido por espantar a la gente y hacer fechorías.
Esta palabra combina conceptos del castellano y del idioma Maya de Yucatán, donde Huay o Uay significa hechicero o espíritu.

Las actividades malvadas de los brujos consisten en tumbar las cercas de las casas, matar los animales y posteriormente comer sus sesos. También tienden a embriagar a mujeres con brebajes para después violarlas.

Para poder convertirse en el Huay chivo, los brujos hacen un círculo con velas negras y tras arrancar el corazón de una cabra beben su sangre como ofrenda al maestro del mal y la oscuridad. Parte del ritual consiste en que el brujo rece el padre nuestro 9 veces de principio a fin y del final al inicio, posteriormente da 9 vueltas al derecho y al revés. En la última vuelta se convierten en espanto y de inmediato recorren las calles más tenebrosas de los pueblos. Se dice que los brujos Huay se forman del “viento”, esto sucede cuando practican la magia negra tras ser poseídos por el demonio. Creyentes del tema consideran al Huay Chivo como la encarnación del diablo.

Avistamientos del Huay Chivo se han reportado específicamente al sureste del Estado de México en las provincias de Yucatán, Campeche y Quintana Roo. Los habitantes del pueblo de Valladolid, en Yucatán, saben de las leyendas sobre los malvados hechiceros Huay y su habilidad para transformarse en escalofriantes animales.  Dicen que si una persona se encuentra en el camino del Huay Chivo debe evitar su mirada y solo sentirá un terrible frío acompañado de un desagradable olor.

Con información del sitio escalofrio.com

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