Trajes típicos de Yucatán, colorida mezcla de tradición y culturas

Trajes típicos de Yucatán, colorida mezcla de tradición y culturas

Anteriormente hablamos acerca de la Jarana, un baile representativo del Estado de Yucatán, pero dentro de este baile singular se encuentra la vestimenta de sus participantes, una parte muy importante que muchas personas no conocen.

Empecemos hablando del traje de la mujer, el cual está conformado por tres partes, de ahí el nombre de TERNO, el cual está conformado por:  el Jubón, el Huipil (llamado también Hipil)  y  el Fustán.

El traje es una combinación de orígenes y la evolución de la cultura maya, así como sus contactos con otras civilizaciones como lo es la española, conformando un atuendo que incluye la moda europea a través del tiempo, como también las características de la región.

El huipil o hipil, es un vestido blanco, suelto, del mismo ancho desde arriba hasta la media pierna, cosido lateralmente, con dos aberturas para los brazos y otra de forma cuadrada para la cabeza, las cuales, junto con la parte inferior del vestido, están decoradas con vistosos motivos bordados, al igual que el jubón.

El jubón es un cuello cuadrado con un ancho de unos treinta centímetros sobrepuesto al huipil. Se trata de una pieza bellamente decorada con motivos bordados, su encanto radica en el escote cuadrado que deja libre parte del pecho y la espalda, con delicada audacia.

Debajo del hipil se usa una enagua larga y amplia llamada fustán, que en ocasiones tiene bordada la parte inferior. Se ajusta a la cintura con una pretina de la misma tela, debajo del huipil, y llega a cuatro dedos de los tobillos, y está decorado con encaje y bordados. El terno se complementa con un fino rebozo de Santa María.

El atuendo no está completo si no lleva al cuello las joyas tradicionales: un rosario de filigrana de oro, otro de corales y una gruesa cadena salomónica de dos vueltas, de la que penden varias monedas y una medalla grande con efigie religiosa. Tampoco pueden faltar los aretes de filigrana y coral, así como el pulso de petatillo de oro que complementen su ajuar.

En cuanto a los accesorios, las mujeres peinan su cabellera tirándola hacia atrás y la enrollan sobre sí misma hasta formar un moño de pelo en forma de ocho sobre la nuca, prendiendo un hermoso lazo de cinta colorida. Por último se colocan flores del lado derecho para las mujeres casadas y del izquierdo para las solteras.

Los hombres  visten con un pantalón de corte recto y filipina de seda o lino, ambos de color blanco. La filipina es una variante de la guayabera utilizada desde finales del siglo XIX y a la que se considera la prenda típica del mestizo yucateco.

Como  complemento, los hombres llevan un sombrero blanco de jipi o palmilla (ajustado con una angosta cinta negra). Calzan alpargatas blancas “chillonas” de cuero, de tacón alto y grueso. Complementan su atavío con un pañuelo rojo (paliacate) que llevan colgado de la bolsa lateral derecha o alrededor del cuello cuando tienen la filipina abierta.

Como resumen, te darás cuenta que las mujeres llevan la parte más elaborada a la hora de vestirse, pero que finalmente deslumbran con belleza y colorido con sus mil y un colores. Mientras que los hombres son más ligeros en su vestimenta, pero con una linda flor que los acompaña a su lado: la mujer con su vestido de mestiza.

 

 

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